EL DATO por Daniel Barragán alias Terraman
La lluvia que caía poco menos que a raudales fue el inquietante prólogo con el cual empezaron mis aventuras en el evento comiquero conocido como Fantab… digo, Comicópolis.
Luego de varios años de no asistir a ningún evento comiquero, debido todo ello a algunos problemas personales que me impedían estar horas y horas dando vueltas en busca de algún comic, dibujito o firma, junté valor y puse en movimiento esos viejos huesos con los que vengo cargando desde el momento mismo de mi concepción.
Atrás, en lo más profundo de mis gratos recuerdos, los fantasmas de Fantabaires se agitaban inquietos ante ese nuevo evento comiquero que se estaba llevando a cabo en el inmenso predio de Comicópolis, situado en Villa Martelli.
¿Sería igual de importante? ¿Valdría la pena ilusionarse de que las cosas salieran bien?
Para bien y para mal las respuestas se dieron… y Comicópolis salió bastante airoso a pesar de ser la primera vez que se hacía. Aun le falta sopa para que pueda llegar a ser lo que, por lo menos para mí, significó Fantabaires en mi corazón pero aun así es un emprendimiento más que válido.
A pesar de que el galón en donde se encontraba era bastante grande, Comicópolis era bastante chico y lo podías recorrer en bastante poco tiempo. Ello se debió a que únicamente estuvieron presentes las editoriales y distribuidoras de comics y no las comiquerías. Todo esto tuvo como consecuencia la ventaja de que los comics estaban “un poco” más baratos (en lugar de pagarlo 200 mangos lo pagabas 180, ¡sigh!) y la desventaja de que no había merchandising interesante para comprar (y me refiero a los muñequitos y otras pelotudeces que tanto nos apasionan).
Pero lo mejor de Comicópolis fueron sin duda los grandes invitados con los que contó.
Al tope de todos ellos estuvo Bill Sienkiewicz, un autentico genio de la ilustración que supo volarnos la cabeza con series como Elektra Asesina, Los Nuevos Mutantes y Caballero Luna. Su carácter jovial y su buena onda a la hora de firmar miles de ejemplares y realizar cientos de dibujos para los fans que se habían acumulado para admirarlo, se encargaron de engrandecer su figura aun más.
Lamentablemente, debido a que el domingo me fue imposible ir, no tuve la oportunidad de participar en la charla que se iba a dar, pero por suerte Ywing (amigo y notero ocasional del archivo) si estuvo ahí el Domingo para grabar en audio la charla de Sienkiewicz traducida por Andrés Acorsi con el cual nuestro amigo tiene una vendetta personal por no dejarlo aproximarse al artista para que le firme sus comics ese día.
Los otros grandes, y por supuesto no menos importantes, fueron Ariel Olivetti y Eduardo Risso dos argentinos que la rompen en los EE.UU., trabajando para editoriales tan importantes como DC y Marvel. Ellos también pusieron toda la buena onda ante todos aquellos que les pedíamos Batmanes, Supermanes, Wolverines y otros personajes del vasto universo comiquero.
Otra de las cosas sumamente interesantes fue la gran cantidad de originales expuestos para beneplácito del público presente, entre las que se incluían trabajos de autores nóveles y algunos originales llegados desde la época de oro de los comics argentinos, acaecido allá por la década del 50.
Que Bien!
-Que la entrada era gratuita
Que Mal!
-Que la entrada era gratuita… o sea que cualquier nabo podía entrar con el consecuente desconocimiento de si Bill Sienkiewicz dibujaba Dragon Ball o Tribilin.
Qué Bien!
-Que Andrés Accorsi me saludó como un viejo amigo y me permitió quedarme en la cola para que Risso me dibujara algo, con lo cual se salvaron otros pibes que estaban conmigo.
Que Mal!
-El lugar en donde está Tecnópolis: en colectivo más de una hora de viaje y en Taxi poco menos de una hora de viaje (que encima me cobro 80 mangos)
Qué Bien!
-Que pude ser testigo y disfrutar la técnica utilizada por gran Bill para hacer sus bocetos, entre ellos el Batman que me dibujo.
Que Mal!
-El horario de mierda de Tecnópolis (hasta las 20 horas) aunque viendo el paisaje que lo rodea quizá es mejor que sea así.
Qué Bien!
-Los dinosaurios a tamaño real que hay en Tecnópolis. ¡Menos mal que se extinguieron!
Que mal!
- Las omnipresentes propagandas oficialistas, con Eternestors incluidos.
Qué Bien!
-Los originales que estaban en exposición entre los cuales se encontraban joyas de la historia de la historieta nacional.
Que Mal!
-¡Los precios de los comics que no bajaban de los 50 mangos para una revistita sin pena ni gloria! ¡Ni hablar de las colecciones en tapa dura y papel ilustración!
Qué Bien!
-Las magníficas esculturas de Juan Matías Riera entre las que se encontraban Kratos, Hellboy, Hulk y otras maravillas.
Que Mal!
-La larga espera para el dibujo de Risso (¡¡¡casi 3 horas!!!)
Qué Bien!
-Los tres libros de dibujos dedicados a Zaffino, Olivetti y Zanotto que me compré a un precio recontracómodo.
Que Mal!
-Que no pude ver a mi amigo Quique Alcatena que, según escuché, anduvo por ahí… aunque no sé que día (¡No se para que mierda tengo su teléfono si nunca lo llamo!)
Qué Bien!
-Que di a conocer mis blogs (gracias a unas tarjetitas improvisadas que me hice con Word) a varias de las personas con las cuales charlé. ¡Grande el autobombo!
Que mal!
-Que Quino estuvo nada más que el jueves (un día que tengo por mala costumbre trabajar) y no le pude hacer firmar el Todo Mafalda.
Qué Bien!
-La hermosa misionera que estuvo en la cola conmigo y con la cual charle largo y tendido sobre comics y otras yerbas. Por un momento me sentí como Leonard (The Big Bang Theory) embelesado porque Penny le daba bolilla. ¡Que liiindo!
Que mal!
-Que la misionera de marras, en el medio del quilombo de gente que había y por que se me cayeron todos los dibujos al suelo y estuve como 10 minutos acomodando todo, la perdí de vista y no la volví a ver (¡mujeres! Las amamos, pero son un auténtico dolor de huevos… en todos los sentidos).
LO INTERESANTE
-Que Andres Accorsi ya está planeando la versión 2013 con dos a tres invitados especiales que ya tiene apalabrados. Una lástima que no quiso quemar la novedad y no nos dio nombres.
Reflexión Final:
Comicópolis pasó y con el los fantasmas de Fantabaires se quedaron por el momento aquietados y bastante satisfechos. Tan solo esperamos que el año que viene tengamos la oportunidad de volver a ser esas alocadas criaturas que aman entrañablemente ese maravilloso universo lleno de desbordante imaginación.
¡Larga vida a Comicópolis … y también al evento rosarino!, para que así mi amigo el ubicuo Ted Kord no se ponga celoso y al cual espero poder conocer algún año de estos antes de que Puro Hueso venga a buscarme.
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No vi ni una propaganda en la via publica... en face... me lo re perdí
ResponderEliminarDonde se anuncian estos eventos? Se que pergolini va a hacer la comicon peeo nada mas
Yo fui el jueves, a un taller de autoedición.. Me gusto mucho la onda de la gente que organizaba los talleres, todos muy copados.. había ademas unos editores extranjeros que recibían portfolios y daban entrevistas.. En general, yo que no fui a Fantabaires, poniendo como elemento clave los originales, creo que estuvo bastante bueno..
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