Por más que esta sea una noche de reencuentro familiar para muchos o una fiesta religiosa para pocos, la "Noche Buena" y la "Navidad" es una casi siempre obligada, comercial y social reunión que en los comics tiene algunas repercusiones, sobretodo en las colecciones de Superhéroes. Estas siempre son números especiales donde la Navidad saca lo mejor de cada personaje con historias bastante bobas y casi siempre olvidables.Pero, hay excepciones.
En algún momento cuando coleccionaba a la revista "Superman" publicada por editorial Vid compre la número 247 que traía "Superman vol 2 # 64" y otra historieta navideña, que refunfuñando como el Grinch me senté a leer pensando en el embole que había comprado por mero "completismo". Por suerte me encontré con una historia amena, interesante y original que tocaba bordes realistas y dramáticos que pocas veces se dejan leer en este tipo de historietas.
Parece que Superman tiene un apartado postal donde durante todo el año la gente le manda correo pidiéndole cosas o agradeciéndoles por acciones que realizó, y el hombre de acero tiene la costumbre cada fin de año de revisar las cartas que tiene acumuladas. (Menos mal que Jimmy Olsen tiene un reloj de señales, por que si tenes un problema en enero Superman recién se va a enterar en diciembre de ese mismo año). Entre la montaña de correo hay de todo, desde gente que le pide hacer "negocios" onda "perforame el piso para sacar petróleo a transforma el carbón en diamante y vamos miti-miti con las ganancias". Pero cada tanto hay algo que el Superhéroe puede hacer, como reunir a dos hermanas judías pérdidas desde la segunda guerra mundial, lo cual le da a Kal-El algo de satisfacción, pero en general es un momento que a Superman le genera mucho Stress y frustración. Sobre todo cuando encuentra cartas como la que un niño le pide que salve a su padre de un cáncer incurable con la mala suerte de llegar justo a tiempo cuando el hombre muere y el Hombre de Acero trataba de explicarle al niño que hay cosas que ni siquiera Superman puede hacer.
Al final la historia tiene un "giro" positivo con otras circunstancias, pero la idea de este correo de gente de todo el mundo pidiendo cosas y la relación moral y afectiva del superhéroe con esta cantidad de demandas es lo que más me llegó de esta historieta escrita por Dan Jurgens y dibujada por Jackson Guice, publicada en una sola historia de 24 páginas que cada tanto me gusta rescatar lo mucho que cuentan con lo poca cantidad de desarrollo que tienen, a diferencia de grandilocuentes y sobrevaloradas sagas de muchos episodios.
Felices fiestas y pasenla bien
Chin-Chin
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