La historia nos mete en un París que ha sobrevivido a dos guerras nucleares, mutaciones y comunidades extraterrestres que se han injertado en la sociedad humana. Pese a todo esto los gobiernos y las religiones siguen existiendo bajo un régimen fascista facho/militar liderados por un gobernador “electo” que está a punto se ser sucedido en el poder.
Justo es ahí cuando aparece flotando una nave-pirámide llena de inmortales aparentes dioses egipcios que le exigen al gobernante Francés un combustible para su nave que parece averiada y así poder proseguir su viaje, pero el gobernante reclama a cambio la inmortalidad y los dioses lo mandan a “freír churros”. Entonces uno de estos extraterrestres/dioses llamado Horus posee el cuerpo de Alcide Nikopol, un ex presidiario descongelado accidentalmente de una prisión criogénica con el plan de que este tome el poder del gobierno de Francia para entregar el preciado combustible para los suyos y la democracia al pueblo.
Con un cambalache de géneros conviviendo en ella y atmósferas totalmente originales esta historieta no es lo que esperas seguramente (aunque ya te haya cagado parte del argumento), es muy divertida de leer tanto por las situaciones como por lo precioso y detallado del arte de Bilal y te va a llevar por una historia original y alucinante.
Parece joda que ponga este título al banner justo a 40 años del golpe militar en Argentina pero la verdad es que en este comic pasa justamente lo opuesto, la lucha de la toma de poder de un gobierno liberal sobre uno fascista.
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