Punisher Volumen 2

Hablar del volumen 2 del castigador es hablar del inicio de algo grande, desde su primera aparición en aquel recordado número donde iba a la caza de Spiderman, Frank Castle tuvo una serie de breves apariciones hasta que protagonizó la miniserie circulo de sangre, esta última fue el puntapié final para que decidieran dar el paso a toda una serie regular que vería sus orígenes por allá en 1987 y por ende se complementaría con otras dos series  subsecuentes que muchos ya conocerán como WarJournal y War Zone. Aquí veríamos a Punisher brillando en todo su esplendor, ya que se encargaría de sacar la peor basura de las calles, la cual se componía en principio por traficantes de drogas, asesinos en serie, pederastas, extorsionistas, reverendos locos, androides, súper villanos por momentos e incluso ninjas. Así es, el vigilante del cráneo emprendió una brutal cruzada contra todo tipo de enemigos a lo largo de sus años de publicación especialmente gracias a Chuck Dixon y una gran variedad de artistas en sus ilustraciones.

Se podía apreciar como en un principio Castle era una persona un poco centrada y que se encontraba dispuesto a hacer alianzas con quien se ofreciera a ayudarlo, obviamente esto incluía a Microchip, el reconocido hacker que obtenía la información y proveía a Castle del armamento necesario para librar su lucha contra el crimen. Sin embargo, mientras fueron pasando los números se alcanza a observar como una serie de hechos van llevando a nuestro protagonista a volverse más radical en su guerra, ya que ha tenido que seguir lidiando con pérdidas de vidas que se vieron comprometidas en el momento que lo conocieron, es tanto así que se puede decir que poco a poco va borrando las últimas trazas de humanidad que le restaban.

Una muestra de las geniales
portadas de aquellos días.

Un aspecto muy importante en este volumen es la sagacidad y tenacidad que logran plasmar en Punisher, un individuo que irá hasta las últimas consecuencias con tal de proteger al inocente, lo cual puede ir desde misiones de infiltración en bandas criminales, suplantación de identidades, métodos de interrogación y por supuesto viajar a otros puntos del mundo bastante alejados de su base de operaciones, sus escenarios pueden darse en Europa, África, Asia, Oceanía e inclusive Suramérica, esto se considera un punto a favor porque evita que sus historias se hagan repetitivas y predecibles. Sin duda, es un volumen que se disfruta bastante en los 104 números que lo componen, porque vemos la versatilidad de un personaje que hace uso de un gran conocimiento tácticas de guerra, manejo tanto de armas de fuego como armas blancas y también el combate cuerpo a cuerpo. Se aprecia las estrategias que plantea contra cada enemigo que se interpone en su camino y la forma en que este busca neutralizarlo. En algunos de sus primeros números se podía evidenciar el arte en algunas ilustraciones que exhibían la forma en que se componía su arsenal, su camioneta de guerra y también algunas maniobras de auto defensa en caso de cruzarte con un indeseable en la calle, esto les daba un toque especial a sus historias.

Todo esto le significó 8 años de aventuras al castigador hasta su abrupto final en 1995 donde guerra lo llevaría a cometer grandes errores, tanto así que llegó a ser el objetivo principal de las autoridades más grandes, transgrediendo sus límites hasta el punto de perder el juicio y arruinar sus ideales. Esto claramente costó vidas inocentes y Frank tuvo que deponer sus armas y someterse a sus captores con fin de no volver a lastimar nadie. Posterior a ello se hizo un par de números especiales llamados Marvel double edge alpha y omega que harían de empalme con el volumen 3, pero este último malogró todo lo bueno que se había hecho con el personaje y lo dejó en una especie de limbo a hasta que llegó a resurgir en los años 2000 gracias a Garth Ennis, pero esto ya es otra historia. Si quieren vivir un buen rato de lectura esta serie sin dudas es una de las elegidas dentro del selecto grupo de historias de interés que tiene el vigilante del cráneo en su haber. Por el momento, es todo. Nos leemos en otra ocasión seguidores del Archivo de Cómics.